Cómo utilizar una cazuela

Última actualización: 25.04.24

 

Las cazuelas independientemente de su tipo, forma, tamaño y color suelen ser empleadas para llevar a cabo diferentes recetas en casa. Sin embargo, existen algunos pasos que deberías cumplir para mantenerlas siempre en buenas condiciones.

Es por ello que te presentamos, a continuación, unas recomendaciones que podrías toma en cuenta a la hora de darle el uso que desees al modelo que hayas adquirido.

 

Desempaqueta la cazuela

Una vez que hayas recibido la cazuela en casa deberás desempaquetarla para verificar que todo se encuentra en buenas condiciones. Siendo así, procede a revisar toda su estructura, así como su superficie interior para descartar cualquier tipo de anomalía que pueda influir durante su uso. Si el modelo que has adquirido incluye accesorios especiales para su uso, estos también deberás revisarlos para corroborar que no estén rotos ni en malas condiciones.

 

Lava la cazuela

Después de desempaquetar la cazuela, por temas de higiene, lo más recomendable sería lavarla antes de ponerla en función. Para ello, simplemente tendrías que frotar una esponja suave por toda su superficie hasta retirar el polvo acumulado durante el tiempo que permaneció almacenada. Seguidamente sécala con un pañuelo limpio y listo, ya podrías comenzar a preparar las recetas que desees.

 

Cura la cazuela

Dependiendo del modelo que hayas adquirido, en ocasiones, es necesario llevar a cabo la cura de la cazuela para evitar que los alimentos se peguen a la superficie o que alguna sustancia se desprenda de ella y contamine los alimentos. De esta manera, podrías aplicar algún método disponible en internet tomando en cuenta que existen muchos de estos que son adecuados para disfrutar de una cazuela en óptimas condiciones.

Entre ellos, el más empleado suele ser aquel donde se utiliza agua, ajo y vinagre. Para ello primeramente deberás lavar la cazuela y secarla con un paño limpio, después tomarás un ajo y lo pasarás por toda la superficie interna de la cazuela hasta cubrirla en su totalidad. De esta manera, ya solo falta verter agua y vinagre en su interior y poner a hervir el agua. Pasados un par de minutos, apaga la estufa y deja que la cazuela repose, lávala con agua y jabón y listo.

 

 

Almacénala después de cada uso

Después de cada uso que decidas darle a tu cazuela, independientemente del material con el cual se encuentra fabricada, lo mejor será lavarla delicadamente con ayuda de una esponja suave, agua y jabón. Finalmente, sécala con un pañuelo limpio y procede a almacenarla en un espacio apropiado y seguro donde no corra el riesgo de caerse, romperse en caso de que sea vidrio o rayarse tratándose de los modelos de cerámica.

 

 

 

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