Preguntas más frecuentes sobre Ralladores

Última actualización: 28.03.24

 

Q1: ¿Cómo utilizar un rallador? 

Lo primero es ver o seleccionar la rejilla o cilindro con el tipo de agujero que funcionará con el alimento. Verifica que en las zonas de corte no hay restos de lo que hayas rallado anteriormente, sobre todo, si son especias que pueden alterar el sabor.

Al saber que el rallador está limpio y listo para su uso, cuidar cumplir con las medidas de seguridad es muy importante. En el caso de los ralladores manuales, evita agarrarlos por las zonas de corte, y haz uso de sus asas para comenzar a rallar solo si sientes estabilidad. Si es eléctrico, colócalo en un área seca antes de conectar o activar. 

 

Q2: ¿Cómo rallar queso sin rallador?

Hay dos formas para crear un efecto muy parecido utilizando un cuchillo. La primera es raspar la pieza de queso con el cuchillo en forma perpendicular de manera repetida y, la segunda, rebanando el queso lo más fino que puedas. Apila varias rebanadas y corta tiras, igualmente, muy finas. Después, gira y comienza a cortarlas como si fueran hierbas en pedacitos muy diminutos.

Con un procesador de alimentos, también puede triturarse el queso en trocitos muy pequeños asemejando el rallado. El truco para esto es refrigerar el queso primero para asegurar una consistencia firme y colocarlo en el procesador sin dejar de verificar cómo se va triturando.  

 

Q3: ¿Dónde tirar un rallador de cocina? 

Dada la naturaleza de su material usual, los ralladores, al igual que otros electrodomésticos o menaje de cocina, tienen un lugar en el punto limpio o ecológico que tengas en tu localidad. 

Sin embargo, puedes pensar una segunda vez antes de tirarlos y unirte a creativas maneras de reciclarlos. Los ralladores de agujeros grandes pueden ser unos magníficos joyeros en los que coloques pendientes, los ralladores de caja son geniales como lámparas para una decoración fuera de serie y los cilindros sirven muy bien como portalápices. 

 

Q4: ¿Cómo limpiar un rallador de cocina? 

Los ralladores que sean aptos para lavavajillas pueden ser lavados en ellas. No obstante, sea con lavavajillas o a mano, debes comprobar que no queden restos de alimentos adheridos en rincones o agujeros que propicien la proliferación de moho o bacterias. 

Muchos opinan que la mejor manera de lavarlos es a mano, ya que esto permite que caiga agua del grifo y puedas asegurarte que el sucio corre con ella. Además, puedes hacer uso en ese momento de un cepillo o pincel que dejará al rallador limpio y listo para volver a ser usado.

Q5: ¿Cómo hacer espaguetis de calabacín con rallador? 

Para lograr deliciosos espaguetis de calabacín o zoodles, nada como el rallador en espiral. Solo se cortan los extremos del calabacín, se centra, presiona y gira viendo caer frente a ti formas totalmente parecidas a espaguetis.

Hay quienes, por no tener un espiralizador o no gustarles la textura que queda, usan otras formas para lograrlo como un pelador, un rallador de agujeros gruesos o con la mandolina y su cuchilla para tiras delgadas. 

 

Q6: ¿Qué es mejor, rallador o espiralizador? 

Tanto el rallador como el espiralizador tienen propósitos de alimentos y de formas distintos. Por ejemplo, un rallador puede ser un utensilio multifuncional que te servirá, además del queso, para verduras, frutas, especias y otros ingredientes como chocolate o pan. También, hay que destacar que puedes escoger el grosor del rallado del queso y las verduras según el tamaño de los agujeros de corte.

En cambio, de lo que trata el espiralizador es de hacer cortes con formas de espaguetis, tallarines o tiras largas onduladas a alimentos como el calabacín, el pepino, rábanos, patatas, peras y otros. Por lo general, se usa para realizar platos principales de espaguetis de calabacín y guarniciones decorativas con otras verduras.

 

Q7: ¿Cómo afilar un rallador? 

Es una pregunta que tendrá respuestas acertadas según la facilidad, rapidez y efectividad que se obtenga de cada sugerencia. Hay quienes dicen que, al perder el filo, un rallador debe ser simplemente sustituido, por eso la recomendación de comprar utensilios hechos de acero inoxidable de calidad o con tecnología de grabado que prometen mantenerse afilados por mucho tiempo. 

Entre una de las formas que la gente utiliza para dar filo a sus ralladores está la combinación de grosores de papel de lija. Otra manera en la que la mayoría concuerda y avala su eficacia es una lima redonda que con paciencia debe irse girando en cada uno de los agujeros. Una última técnica más rápida y efectiva es el uso de un dremel si se consigue la punta adecuada en tamaño.

 

 

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