Los helados son productos refrescantes con gran colorido y sabores variados, que resultan agradables para niños y adultos. Si bien son muchos los seguidores de las diferentes marcas de helados comerciales, también hay quienes prefieren realizar dichas preparaciones de forma casera, para evitar el uso de colorantes y saborizantes artificiales.
Con la llegada del verano, los helados se convierten en una de las mejores opciones para refrescarnos. Además, sus sabores variados, sumados a la textura cremosa de la mezcla, resultan bastante agradables para el paladar.
Como era de esperarse, existen diversos sabores tanto naturales como artificiales, así como helados con azúcar, edulcorante o con diferentes porcentajes de grasa láctea, según la base empleada. Se trata de productos de gran popularidad en el mercado, que podrás encontrar en cualquier país en el que te encuentres.
Los helados caseros tienen grandes beneficios, porque, al poder prepararlos desde la comodidad de tu hogar, tienes la opción de reducir el uso de colorantes y saborizantes artificiales. En este sentido, podrás disfrutar de un helado mucho más natural y saludable, tanto para ti como para los más pequeños de la casa.
Tal vez te parezca una tarea un poco complicada, pero, en realidad, preparar helados caseros es más sencillo de lo que piensas. Sólo necesitarás algunos ingredientes y los utensilios de cocina específicos. De igual manera, te convendrá poner en práctica algunos sencillos consejos para que cualquiera que sea la combinación de frutas que realices, consigas una mezcla con una consistencia y sabor que no tengan nada que envidiarles a los productos comerciales.
Consejos para realizar helados caseros
El éxito de tus helados caseros se encuentra en la preparación, ya que, para conseguir una mezcla cremosa y sin granizar, necesitamos seguir una serie de pasos. Pero no te preocupes, puesto que se trata de una tarea sencilla, que no te restará mucho tiempo y que seguramente disfrutarás realizando. A continuación, explicaremos el proceso de forma detallada.
¿Base de helado comercial o natural?
Lo primero que debes saber es que todo helado requiere de una base que puedes adquirir en el supermercado o prepararla con ingredientes naturales. En el primero de los casos, sólo tendrás que verter en una batidora el contenido de la caja de base para helado y mezclarla con leche deslactosada, descremada o completa, según sea tu gusto. Una vez que obtengas la consistencia deseada, tendrás que llevar la preparación a la nevera por algunos minutos, para proceder a añadir las frutas y demás ingredientes.
En cambio, si eres de los que prefiere un helado 100 % natural, podrás realizar bases variadas utilizando una combinación de frutas. Asimismo, hay quienes prefieren una base de queso, yogur, nata e incluso leche condensada. Claro está, cualquiera que sea el ingrediente seleccionado, deberás añadirle trozos de la fruta deseada para proceder a batirlos por algunos minutos, hasta que se integren bien. Así, conseguirás una mezcla suave y cremosa.
Diferentes formas de remover la mezcla
Para obtener una consistencia espesa, cremosa y sin granizado, tendrás que remover la mezcla constantemente. Por lo general, las personas suelen mezclar los ingredientes y colocarlos en el refrigerador para que el helado se compacte. Se trata de un proceso que puede llegar a tardar hasta un máximo de tres horas, según la potencia de nuestro frigorífico.
En este sentido, lo ideal es remover la mezcla cada 30 minutos con una paleta para evitar la formación de hielo y mantener la cremosidad hasta el final. De esta manera, estaríamos imitando el proceso de trabajo de las mejores heladeras del momento, que generan el helado por medio de un constante proceso de batido de los ingredientes, hasta enfriarlos y crear la consistencia deseada.
Además, es importante emplear un recipiente metálico, que concentre un mayor nivel de frío en la mezcla e incluso nos ayude a reducir el tiempo de refrigeración pautado inicialmente. Sin embargo, si eres una persona ocupada o poco paciente para remover la mezcla cada 30 minutos, podrás usar este sencillo truco. Deberás coger un recipiente un poco más grande que el que contiene el preparado y verter en él agua con sal.
Después, coloca el primer recipiente dentro del segundo, como simulando la técnica de baño de María, pero, en lugar de colocarlo al fuego, deberás introducirlo en el congelador.
Previamente, tendrás que batir consecutivamente la preparación por al menos 10 minutos. Deja transcurrir 50 minutos y vuelve a sacar los recipientes de la nevera para batir nuevamente, pero esta vez sólo por cinco minutos.
Para entonces, ya la preparación deberá haber adquirido un cuerpo cremoso como el de cualquier helado comercial, por lo que deberás finalizar el procedimiento cubriendo la mezcla e incorporarla al refrigerador, siendo necesario dejarla hasta el día siguiente.
Selecciona la fruta según su dulzor
La preparación de la fruta es otro de los pasos con los que debes ser bastante cuidadoso, ya que no sólo se trata de retirar la piel, cortarla y utilizarla. Ten siempre presente que cada tipo de fruta posee unas características específicas que la hace diferente al resto, por lo que necesitarás estudiar inicialmente su textura y dulzor.
Esto es muy importante, porque hay personas con problemas de diabetes que requieren de una ingesta baja de azúcar o, de lo contrario, podrían experimentar un pico de glucosa en la sangre. Por ello, es necesario conocer los niveles de calorías, vitaminas, minerales y azúcares contenidos en las frutas a combinar.
De igual manera, esto determinará el hecho de retirar o no la piel de dicho fruto. Los expertos de la salud recomiendan en ocasiones consumir la piel de los duraznos, fresas, melocotones, entre otros alimentos, debido a que le aportan un importante porcentaje de fibra al helado. Además, su composición natural nivela el azúcar de la pulpa, siendo mucho más beneficioso.
En todo caso, tendrás que extraer la pulpa con o sin piel y cortarla en pequeños cuadros, que deberás refrigerar por no menos de 30 minutos. Después, coge la fruta y colócala en la batidora para, de esta manera, proceder a triturarla.
Como se observa, se trata de procedimientos sencillos que podrás completar en poco tiempo. Lo más importante es que podrás disfrutar siempre del delicioso sabor de los helados, con una presentación menos dañina para el organismo y por supuesto, más económica.