Muy pocas veces nos ponemos a pensar sobre cómo las cosas llegaron a ser lo que son en la actualidad. El procesador de alimentos Thermomix es uno de los grandes protagonistas en la creación de famosos platos de diferentes cocinas en distintas partes del mundo, sin embargo, para entender su impacto es necesario trasladarse años atrás, situarse en el contexto y asombrarse por la innovación que significó su aparición en los años 70.
Con todas las facilidades que se tienen hoy a la hora de cocinar, andar y vivir, es casi impensable imaginar qué seríamos sin todas nuestras preciadas adquisiciones. Electrodomésticos, artefactos electrónicos y hasta vehículos modernos de calidad. A pesar de que la vida sin estos productos se ve muy lejana e imposible, su aparición no tiene orígenes muy viejos. De hecho, la mayoría de las cosas que ahora son indispensables para nosotros no existían en el siglo XX y fue durante estos 100 años que, gracias a la electrificación de las fábricas, se lograron crear cosas que hoy son objetos comunes en nuestros hogares.
Los años 30 fueron conocidos como la era de los electrodomésticos, ya que fue en esta década cuando los motores eléctricos lograron ser fabricados con un menor tamaño que permitía que estos artefactos fueran adaptados a estructuras más pequeñas. El área que se benefició en primera instancia fue la cocina, ya que era considerada el centro de la vida hogareña. Sin comida no hay vida, y con electrodomésticos los alimentos serían más fáciles de preparar.
Los procesadores de alimentos y su espacio en la historia
Una persona a inicios de la década de los 30 habría quedado perpleja si le explicaras lo que es un procesador de alimentos, sin embargo, al oír ese nombre es muy probable que tú hayas ya visualizado el mejor procesador de alimentos del momento. El cambio entre épocas es muy notorio si se toma en cuenta el origen de los electrodomésticos.
Los procesadores de alimentos antiguos eran más similares a una batidora de brazo que a otra cosa, no obstante, la evolución tecnológica de este artefacto no tardó en darse y, en el año 1957, la marca Braun presentó una de sus más revolucionarias creaciones: el Braun Kitchen Machine. El diseño de este producto era muy parecido al de los artefactos actuales, pues venía con una carcasa que cubría el motor.
Este cambio no pasó desapercibido y, tan solo tres años después, otras compañías ya estaban encargándose de fabricar los modelos que serían la competencia de este excelente procesador de alimentos de Braun.
Kenwood, una compañía de Gran Bretaña, lanzó al mercado su propia versión mejorada del Braun Kitchen Machine, llamado el Kenwood Chef. El diseño externo no era muy diferente al de Braun, pero sí tenía un toque único de elegancia. Además, este producto podía encargarse de más de 10 actividades, específicamente 12, las cuales eran: abrir latas, moler café, licuar, mezclar, picar, triturar, rebanar, pelar patatas, batir, exprimir, tamizar y hasta hacer purés.
Nada podría ser más grandioso que eso, al menos así pensarían quienes vivieron la aparición del Kenwood Chef, pero, aunque nadie se lo esperaba, la llegada de la Thermomix fue el momento en el que las reglas del juego cambiaron totalmente.
La revolucionaria Thermomix
Vorwerk, una compañía fundada en el año 1883, fue la empresa responsable de añadir ese detalle que todos los demás fabricantes de procesadores de alimentos estaban dejando de lado.
Primeramente, el alemán Carl Vorwerk sacó al mercado un procesador de alimentos más sofisticado en el año 1961, que no distaba mucho de los demás modelos del mercado, no obstante, gracias al director general de la sede francesa de Vorwerk, este artefacto de modelo VKM5 recibiría próximamente una revolucionaria cualidad.
Este visionario sabía que a la cocina le faltaba un toque francés y que el procesador VKM5 debía ser capaz de preparar la famosa béchamel y la deliciosa créme brulée, pero para eso era necesario que el aparato lograra calentarse y mantener una temperatura apta para crear este tipo de recetas de la cocina francesa.
La idea fue perfeccionada y, después de añadir la función de calentado hasta los 120°C, el nuevo y mejorado modelo VKM5 fue promocionado como un artefacto que podía cocinar cosas como un puré o una crema para servirlas directamente al plato. Este modelo vio la luz en el año 1971 y llevó el nombre que marcaría un antes y después en el mundo de la cocina: Thermomix VM 2000.
En poco tiempo, este producto fue un éxito de ventas y traspasó fronteras de Europa a América, extendiéndose por el mundo como un artefacto que no puede faltar en la cocina de un hogar. Y sigue siendo uno de los pocos artefactos de cocina que se han mantenido útiles hasta la actualidad sin incluir cambios muy drásticos en sus funciones.
La Thermomix en la actualidad
A pesar de que sigue siendo usada, las ventas de este artefacto han disminuido en Europa, quizás porque muchas personas heredan una Thermomix debido a su calidad o porque, al no ver nuevas cualidades destacables, prefieren quedarse con su vieja Thermomix antes de comprar otra.
Esta situación ha causado que la empresa Vorwerk haya decidido cerrar la fábrica encargada de estos productos en Alemania en el año 2021. Sin embargo, esto no significa que ya no habrá más Thermomix, pues la empresa ha estudiado invertir en el continente asiático y fabricar estos aparatos en China, en menor cantidad y con menos personas.
Hay quienes se encuentran preocupados por lo que significa esto a la hora de hablar de calidad, pero Vorwerk ha asegurado que las cuchillas y los motores, junto a otros componentes seguirán fabricándose en Wuppertal. Además de eso, la sede francesa, hogar de la gran idea tras la Thermomix, seguirá produciendo los robots de cocina.
Solo quedará esperar si este nuevo cambio logra inspirar a los fabricantes y permite que las Thermomix vengan renovadas, quizás causando una nueva revolución en la cocina, como lo hicieron a principios de los años 70.