Cómo utilizar un hervidor de leche

Última actualización: 27.04.24

 

La leche es un líquido que al alcanzar el punto de ebullición produce demasiada espuma y se derrama rápidamente sobre la estufa, lo que complica las tareas de limpieza de la cocina.

Para evitar este inconveniente, en el mercado encontramos los hervidores de leche y aquí te explicamos un poco sobre su utilización.

 

Coloca el aparato en una superficie plana

Para evitar derrames y que el dispositivo funcione correctamente es importante que lo coloques sobre una superficie plana, que bien puede ser la encimera de tu cocina o una mesa.

 

Selecciona el accesorio apropiado

Para el caso de los hervidores que cuentan con paletas para espumar o mezclar el líquido en el interior, entonces deberás seleccionar el accesorio más adecuado según sea el caso e insertarlo en su sitio.

 

Agrega el líquido

Ten en cuenta que estos aparatos se encuentran diseñados para líquidos específicos como es el caso de la leche, chocolate, caldos o agua.

Antes de agregar cualquier otro líquido es necesario que te asegures de que se encuentre entre los que puedes calentar en tu aparato.

Ahora, ten cuidado de no exceder el límite establecido para la capacidad del modelo.

 

Coloca la jarra en su base

En caso de que tu modelo sea desmontable, deberás colocar la jarra en la posición especificada para que el mecanismo que calentará la jarra coincida con él y pueda funcionar apropiadamente.

En este momento deberás conectar a la red eléctrica la clavija de tu hervidor y verificar que esté recibiendo corriente.

Enciende el aparato

Dependiendo del modelo, es posible que te encuentres con una o varias configuraciones para su funcionamiento.

Elige la necesaria para el líquido que has introducido y deja que el hervidor consiga elevar la temperatura hasta dejarlo listo.

Para evitar que al calentar se genere nata en los líquidos, lo más recomendable es que mantengas colocada la tapa, así los líquidos que están en la parte superior no se secarán y se evita este inconveniente.

 

Limpia el depósito

Es de suma importancia que limpies el hervidor después de cada uso, esto ayudará a que se mantenga su apariencia y funcionamiento adecuado por más tiempo.

Te recomendamos no dejar que los restos de líquidos se sequen en el interior para que esta tarea no se complique.

Para proceder a la limpieza, deberás desconectar el aparato para evitar cualquier paso de corriente.

Muchos de los modelos de hervidores no pueden separarse de su base, por lo que tiende a complicarse el aseo.

Si este es el caso de tu modelo, entonces deberás seguir cuidadosamente las indicaciones para limpiarlo teniendo cuidado de no humedecer la base.

Afortunadamente, debido a que los líquidos no alcanzan temperaturas elevadas no llegan a formarse costras de alimento y puede bastar con enjuagar la jarra con agua y aclarar varias veces.

Sin embargo, para las bases será necesario evitar el uso de agua y solo utilizar un paño seco, a menos que el fabricante permita otro tipo de limpieza.

 

 

 

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